LA DIETA DE LOS SOLDADOS ROMANOS
En el caso del soldado itinerante, su alimentación esta basada en cereales (frumentum) en forma de galletas, pan (integral) y bebidas fermentadas como la cerveza, carne (laridum, de cerdo, y fresca, de caza), queso (caseus), vegetales y legumbres, aceite de oliva, vino y sal. Esta última no solo se utilizaba como condimento, ya que también tenía gran importancia en la conservacón de los alimentos y remedio contra la deshidratación.
Su ingesta media diaria era de 1,5 kg repartidos en dos comidas principales, desayuno y cena. Quien repartía la ración diaria era el cibariator, pero los soldados se la cocinaban en su barracón, en hornos portátiles, que son necesarios junto a los molinos para hacer pan. También sabemos que los soldados pedían a sus familiares cantidades extra de comida. La principal fuente proteica era la carne animal obtenida de la caza y de los numerosos sacrificios que se realizaban.
Por lo tanto se sabe que su dieta era equilibrada y adecuada para la actividad física que realizaban.
Se conocen dos recetas muy importantes para ellos: La del Buccellatum y la de la posca.
Fuente: De Re Coquinaria.
